Como se sospechaba, mantener la mente ocupada parece ser una buena
manera de prevenir o, al menos, retrasar el Alzhéimer. Un estudio
realizado por el experto en epidemiología David Snowdon así lo
confirma.
Snowdon evaluó el estado físico y mental y recopiló informes pedagógicos
de mujeres religiosas mayores de 75 años que se prestaron voluntarias.
El convento ofrecía las condiciones ideales para su investigación, ya
que se trataba de una comunidad estable
en la que monjas con distinto nivel educativo llevaban un estilo de
vida homogéneo y saludable.
La investigación reveló que, efectivamente, las monjas con mayor nivel
de estudios tenían más posibilidades de vivir más y de mantener su
independencia en la vejez, lo que llevó al científico a concluir que “las consecuencias protectoras de la educación parecían comenzar pronto y durar toda la vida”.
Observaciones posteriores revelaron, por ejemplo, que las monjas que en
sus autobiografías expresaron un mayor número de emociones positivas
tuvieron una vida hasta 10 años más larga que el resto.
A partir de estos estudios Snowdon llegó a concluir que “cuando la mente se mantiene ocupada aprendiendo, la salud y el tamaño de la conectividad de las neuronas aumenta”.
Así que, ya sabéis ..., hay que estudiar ..., para llegar a los 100 en plena forma.
Fuente: http://blogs.20minutos.es/ciencia-para-llevar-csic/2014/04/14/el-informe-monja-que-podemos-aprender-del-alzheimer-en-un-convento/
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